I.C.U.F.
Idisher Cultur Farband
(Federación de Entidades Culturales Judías)
ORIGEN
La génesis de una institución como el ICUF
posee varias vertientes. La primera y fundamental es la existencia de la
Europa del siglo XIX y del comienzo del XX de una extendida y
multifacética comunidad judía unida vertical y transversal por una
historia común, por su religión, por su propia cultura social, por el
idioma y a su vez atravesada también por todas las influencias políticas,
culturales y filosóficas que se manifestaban sin cesar en aquella vieja y
activa Europa.
La mayor concentración y el mayor peso
específico cultural de la comunidad judía se hallaba en Europa Central,
cuyas condiciones sociales y culturales, económicas y políticas le daban a
la comunidad judía una especial característica.
Es importante destacar que el idioma interno
de la comunidad judía europea era el IDISH que fluía de un país a otro
como el vehículo más eficaz a través del cual se transmitía la experiencia
de vida, el pensamiento y las vicisitudes cotidianas, las alegrías y los
dramas provocados por la irracionalidad antisemita ubicua y recurrente.
La comunidad judía europea no podía escapar o
estar al margen de corrientes de ideas, ni de las perturbaciones
políticas, sociales y económicas que se producían, como producto de las
luchas por una profunda transformación de las estructuras sociales y las
condiciones económicas en las que vivían la mayoría sumergidas y por otra
parte no podía escapar a los conflictos y guerras suscitadas entre las
propias naciones europeas.
La comunidad judía europea se nutrió y fue
influenciada por las corrientes de pensamiento que prepararon el terreno
filosófico y político de la Revolución Francesa y que continuó después
provocando en Europa enfrentamientos, levantamientos y revoluciones hasta
ya entrado el siglo XX con su primera guerra mundial y la Revolución Rusa.
La efervescencia cultural, intelectual,
política y filosófica que se producían en la vieja Europa intentando
sacudirse el yugo de una civilización conservadora e injusta, abono el
terreno cultural que le dio origen al ICUF.
El ICUF fue creado como institución rectora
de la comunidad judeo – progresista, inspirada en los valores humanistas
que desembocaron en la Revolución Francesa. Unida por el IDISH y por la
necesidad de esclarecidos intelectuales judíos y no judíos de luchar
contra la idea, la política y la actividad de la reacción nazi fascista
que se iba extendiendo por Europa con una fuerza incontenible entre la
década del 20 y el 30.
En la Alemania nazi de Hitler, en el Portugal
fascista de Salazar se expandía dramáticamente una fuerza ideológica y
política que solo buscaba amordazar la conciencia de los pueblos convertir
al ser humano en esclavo y destruir todo resabio de cultura y pensamiento
democrático y físicamente a todos aquellos que no concordaran con los
dictámenes de los nuevos regímenes.
Frente al peligro mortal que significaba para
Europa y para la civilización el flagelo nazi fascista, en particular para
la comunidad judía amenazada concretamente en su integridad física por la
irracional teoría racista, la intelectualidad de la comunidad de la
comunidad judía que había comprendido el significado de la amenaza nazi
había madurado la idea de tomar una posición combativa frente a la
barbarie nazi. En Polonia del 35, en Francia del 37 los intelectuales
judíos agrupados en el FRENTE POR LA CULTURA JUDÍA lanzan la idea de un
congreso mundial en defensa de la cultura judía. Es así que del 17 al 22
de Septiembre de 1937, se reunió en París el congreso en defensa de la
Cultura Judía con la participación de 23 organizaciones argentinas y 4
uruguayas representadas por el periodista Pinie Katz.
En aquel congreso de 1937 en Francia, un
brillante intelectual Mosche Olguín sintetizó: “La cultura judía es el
complejo de valores espirituales que utiliza el pueblo para avanzar hacia
un futuro más humano, basada en los principios de la justicia social... es
una creación y un instrumento del pueblo, es un arma espiritual en la
lucha por la vida...”. Este ha sido fundamentalmente el espíritu
transmitido a los fundadores del movimiento ICUFISTA argentino que desde
1941 aglutina a la corriente judeo – progresista que llegó a estas tierras
sobre las mentes y las espaldas de las sufridas inmigraciones que huían de
aquella sombría Europa de los pogroms, del antisemitismo, la guerra, la
miseria y la muerte.
En nuestro país fuerzas progresistas ejercían
considerable influencia en la colectividad: dirigían organizaciones
obreras, escuelas, bibliotecas, centros culturales, formaban parte activa
en el movimiento sindical y político, editaban diarios y revistas de
avanzada (desde 1907, el periódico AVANGARD, R. Stern, Kairelt, Di Waf; en
Uruguay Unser Fraint).
Desde aquellos días hasta el presente se
mantienen incólumes los valores fundacionales que expresan la defensa del
humanismo, el laicismo, el antifascismo, el anti nazismo, el antirracismo,
la defensa de la libertad, la democracia, la vida y la cultura.
El conjunto de ideas que integran el
movimiento ICUFISTA determinaron desde sus fundación, la organización de
un importante número de instituciones que fueron surgiendo como producto
del esfuerzo, el sacrificio, el trabajo y la dedicación de la comunidad
judeo progresista en cada una de las ciudades de nuestro país en que el
destino la había llevado, ellas fueron el marco para el desarrollo
cultural, social y recreativo.
Así se fundaron las escuelas donde se
enseñaba el IDISH a las nuevas generaciones y se transmitía a través del
idioma materno la cultura judía.
Al paso de los años la comunidad judeo
progresista se fue integrando a la vida nacional incorporando su cultura
al acervo de esta tierra.
Revista
Aquí y Ahora
2003